107

Hoy os quiero contar que también yo fui joven y viví en México DF
Borracho, prediqué la mala nueva en la metrópolis infinita
100 veces repetí, con mi acento catalán, "el ecocidio, el genocidio industriales..."
¡Y lo decía con mi cuerpo rezumando petróleo!
En las infames cantinas del Centro Histórico, los estudiantes marxistas de filosofía y yerbas
-creyéndonos, por supuesto, detectives salvajes-
roíamos los pilotes de concreto y despellejábamos de aluminio y vidrio la Torre Latinoamericana
Por la mañana, quedaba la cruda de mezcal y chelas
Y, al respirar profundamente, llegaba hasta nuestras narices
ese hedor a gasolina quemada y escape de tanque de gas
que servía para recordarnos que estábamos perdidos